El Señor Jesús caminaba con sus doce discípulos por el desierto. El apóstol Juan preocupado le comenta al Señor: "Maestro ya no nos queda más agua para continuar" Jesús dice:"Ya veremos" Jesús quería consolar a sus discipulos. Pedro agrega, momentos después: "Tengo los pies calcinados por el sol" "Ya llegaremos" dice el Señor sonriendo, y añade "Hombres de poca fe Dios nos brindará lo que necesitamos"
A la distancia divisaron un oasis, corrieron a las cálidas palmeras, donde una mujer sacaba agua de un viejo algibe. Jesús la mira con ternura, ella le pregunta "Foratero ¿desea agua?" Jesus y los doce discipulos bebieron el agua refrescante "Gracias señora" dice Jesús a la buena mujer, "Ten bendiciones por la buena obra que hiciste" Alejandose la mujer, los doce discipulos cansados se quedan dormidos exhaustos por el viaje. En ese momento pasa un hombre que al ver a Jesús lo invita cordialmente a comer y Jesús le responde "TU un día me negarás la entrada a tu casa" el hombre sorprendido le dice "cuando te la negaré?, si por el contrario te invito?" "Tu me negarás la entrada" le vuelve a repetir el Señor. El hombre dice "Nunca lo haré" "Si lo harás y tres veces", le vuelve a repetir el Señor. El hombre se va sorprendido de estas palabras.
Al día siguiente este hombre estaba apreparando la masa del pan en su hogar para recibir a su invitado, un ciego tambaleante se le acerca y le suplica:"Señor no me daría un trozo de pan?", el hombre le responde con malos modos "No tengo, no tengo, vete que estoy muy ocupado!" El ciego se aleja tristemente en silencio
Horas después, pasa otro hombre cojo llama a la puerta del hombre que amasaba esperando la visita de Jesús a su hogar. El cojo le dice:"Señor, no tiene una moneda?...tengo hambre lo mismo que mi familia..." El dueño de casa lo echa con rabia "No tengo, no tengo.. ¿No ves pordiosero que estoy muy ocupado?...Vete de aquí" Y sigue amasando fastidioso de tantas interrupciones.
Una hora más tarde, vuelven a llamar a su puerta esta vez, una mujer con seis niños, pidiendole un vaso de agua fresca para los pequeños "No tengo, no tengo nada" contesta sumamente molesto el dueño de casa, "Busque agua del algibe...no me moleste!"
Al día siguiente el hombre esta con la mesa lista para recibir a Jesús pero este no vino. Cosa que le molesto muchisimo. Tanto se había esforzado por agasajar al Señor.
Mientras tanto Jesús ya había predicado en las 26 casas que había en ese lugar reconfortado con sus palabras de amor y paz a sus habitantes. Se retiraba con sus discipulos para otro pueblo cuando se le aparecio el señor que lo había invitado a comer y le dice "Señor Jesús, me dejaste con la comida lista, no viviste a mi casa!" Jesus le responde: "Hijo mio, si fui, fui tres veces a tu casa y tres veces me negaste la entrada" El hombre sorprendido le pregunta como pudo ser eso. "Jesus ¿cuando te negué la entrada?" "Cuando te visité en la persona de un ciego, un cojo y una mujer habrienta con sus niños...al rechazarlos me negaste a mi, porque yo estoy en cada uno de los seres pobres y humildes de este mundo" El hombre comprendió lo que había hecho y se alejo en silencio cabizbajo.
Nunca niegues el hacer el bien cuando toquen a tu puerta, tal vez sea Jesús el que está llamando.
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