En Tierra del Fuego, en esa región tan lejana, mi hijo Jorge vive y trabaja con su familia. Cuando piensa en sus vacaciones, piensa en ver a sus padres y hermanos que están a miles de kilómetros de distancia. Se acercaba esa época, Jorge vendió su coche para comprarse una combi y asi realizar el viaje a Buenos Aires con mayor comodidad para su familia numerosa.
El adquirir esa combi era un sueño hecho realidad! En ella partieron los nueve miembros de la familia, felices e ilusionados. Cuando un viento de terrible intensidad, comunes en esa región, volteó la combi, arrojándola en una zanja a unos 20 metros. Se encontraban en la frontera chilena, allí fueron socorridos por carabineros. Se salvaron por milagro, solo la hija sufrió una contusión en la pierna, el resto salió ileso. Fue verdaderamente milagroso porque Dios puso su mano. Si bien este año no pude ver a mi querido hijo y su familia. Estoy agradecido al Señor que lo conservó con vida y por supuesto a los hermanos chilenos por su ayuda!
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