Un señor llamado Dos Mundos, amaba la paz.
En su casa tenía un enorme palomar con varias palomas mensajeras. Un asistente elegía las palomas blancas para formar parte de este palomar tan especial. Este señor además poseía una gran panadería donde elaboraba riquísimos pasteles artesanales, no era solo un comerciante más, sino que su buen corazón lo llevaba a repartir su producción a la gente más humilde de la zona. Sus horarios de trabajo en la panadería eran de las 3 AM a 8 AM, luego se dedicaba con esmero a su palomas a las que amaba.
A su palomar acudían personas de todas partes del mundo para llevarse palomas a sus lugares de origen con un mensaje en sus patas.Se llevaba 12 palomas el representante de cada país y todos los meses el día primero de cada mes soltaban las palomas para que regresaran a su palomar.
Mientras tanto el Señor Dos Mundos con camioneta se dedicaba a repartir su pan a los barrios más carenciados. De esta forma demostraba su amor al prójimo.
No todas las palomas lograban regresar, pero las que si llegaban llenaban su corazón de alegría por el mensaje de paz que eran portadoras. Ese era su mensaje al mundo: la paz. La paz es posible
Dios es amor el nos enseña a tener amor a la humanidad. Como si fuera un arco iris enseña el mensaje de paz y amor a los pueblos. Imitemos al Señor Dos Mundos y pongamos de nuestra parte amor, enseñando la paz a todo el que nos quiera escuchar
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